Frente a una actividad de mediana o alta intensidad, el organismo necesita más oxígeno del que habitualmente consume en estado de reposo.
Esto en sí no sería un problema, ya que oxígeno hay de sobra. La cuestión es que esa demanda de oxígeno crece a medida que los sistemas de alta energía comienzan a producir energía de forma inmediata. Estos sistemas responden casi al instante, pero a un alto Costo. Cuando el esfuerzo termina, llega la hora de pagar por ese oxígeno, la deuda de oxígeno puede pagarse de dos formas, bien bajando la intensidad del ejercicio o bien al final del mismo.
La cantidad de oxígeno captada durante la fase postesfuerzo que suele superar las verdaderas necesidades en reposo, se suele denominar deuda de oxígeno.
La deuda de oxígeno tiene dos fases. En la primera (o rápida) se resintetizan los depósitos de fosfato, es decir, las reservas de ATP y fosfocreatina. Con la misma velocidad también se recuperan los depósitos de oxígeno. Esta fase también puede denominarse “aláctica”. En la segunda (o lenta) se remueve el ácido láctico, el cual debe ser transportado al hígado para su posterior conversión. Esta fase también es conocida como “láctica”.
La capacidad de deuda de oxígeno varía de un individuo a otro, e inclusive en un mismo individuo de acuerdo con su nivel de entrenamiento. La misma está asociada a los esfuerzos anaeróbicos que proporcionan energía inmediata a través del ATP. Después del esfuerzo sirve para reponer los depósitos de oxígeno de la hemoglobina y fluídos corporales.
La teoría de que el músculo ve limitado su trabajo por la acumulación de ácido láctico y que lo conduce a la fatiga se apoya en que ésta se asocia a los altos niveles de dicho ácido. La tasa de acumulación de los ácidos láctico y pirúvico está relacionada con la intensidad de las contracciones.
Esta acumulación produce los siguientes efectos:
- Disminuye el ph.
- varias enzimas del metabolismo energético se ven limitadas.
- interfiere con la transmisión del estímulo nervioso.
EL ESTADO ESTABLE DE OXIGENO
Período del ejercicio aeróbico (regularmente alcanzado luego de 2 ó 3 minutos de haber comenzado el ejercicio) durante el cual la cantidad de energía emitida, cuando se consume una cantidad de oxígeno para descomponer cierta cantidad de glucógeno/glucosa o de grasa, es la suficiente para resintetizar el ATP requerido por el ejercicio, lo cual refleja un consumo de oxígeno constante/estable.
Esto en sí no sería un problema, ya que oxígeno hay de sobra. La cuestión es que esa demanda de oxígeno crece a medida que los sistemas de alta energía comienzan a producir energía de forma inmediata. Estos sistemas responden casi al instante, pero a un alto Costo. Cuando el esfuerzo termina, llega la hora de pagar por ese oxígeno, la deuda de oxígeno puede pagarse de dos formas, bien bajando la intensidad del ejercicio o bien al final del mismo.
La cantidad de oxígeno captada durante la fase postesfuerzo que suele superar las verdaderas necesidades en reposo, se suele denominar deuda de oxígeno.
La deuda de oxígeno tiene dos fases. En la primera (o rápida) se resintetizan los depósitos de fosfato, es decir, las reservas de ATP y fosfocreatina. Con la misma velocidad también se recuperan los depósitos de oxígeno. Esta fase también puede denominarse “aláctica”. En la segunda (o lenta) se remueve el ácido láctico, el cual debe ser transportado al hígado para su posterior conversión. Esta fase también es conocida como “láctica”.
La capacidad de deuda de oxígeno varía de un individuo a otro, e inclusive en un mismo individuo de acuerdo con su nivel de entrenamiento. La misma está asociada a los esfuerzos anaeróbicos que proporcionan energía inmediata a través del ATP. Después del esfuerzo sirve para reponer los depósitos de oxígeno de la hemoglobina y fluídos corporales.
La teoría de que el músculo ve limitado su trabajo por la acumulación de ácido láctico y que lo conduce a la fatiga se apoya en que ésta se asocia a los altos niveles de dicho ácido. La tasa de acumulación de los ácidos láctico y pirúvico está relacionada con la intensidad de las contracciones.
Esta acumulación produce los siguientes efectos:
- Disminuye el ph.
- varias enzimas del metabolismo energético se ven limitadas.
- interfiere con la transmisión del estímulo nervioso.
EL ESTADO ESTABLE DE OXIGENO
Período del ejercicio aeróbico (regularmente alcanzado luego de 2 ó 3 minutos de haber comenzado el ejercicio) durante el cual la cantidad de energía emitida, cuando se consume una cantidad de oxígeno para descomponer cierta cantidad de glucógeno/glucosa o de grasa, es la suficiente para resintetizar el ATP requerido por el ejercicio, lo cual refleja un consumo de oxígeno constante/estable.
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